viernes, 13 de agosto de 2010

Sin más dudas del Arte Moderno

Hoy en día, entendemos como arte a toda manifestación de expresar sentimientos, basados tanto en lo empírico del artista, como en la imaginación del mismo, utilizando cualquiera de las técnicas que se desarrollan en sus diferentes ramas, como: La pintura, la escultura, la arquitectura, la música, la poesía, el teatro, la fotografía, entre otras tantas.

Teniendo claro este concepto, que ha sufrido cambios a través de la historia, entonces nos preguntamos; ¿Qué es lo que se considera arte y qué no? El valor que se le da al arte guinda del pensamiento social, de lo que sea considerado bueno o malo. Y sabemos que es bueno o malo, fundándonos en la educación religiosa que nos hayan inculcado. Mientras los sentimientos que se expresen en la obra de arte estén más cercanos a los conceptos que la religión establezca como correctos, cercanos a Dios, a lo divino, pues será arte bueno. Pero mientras mas se aleje de estos propósitos, será malo, pero creo que aún así, no deja de ser arte. Y allí es cuando aparece el llamado arte falso. Pero no podemos decir que exista realmente un arte falso, sino que existen falsas definiciones del arte, que a través de simples excusas ligadas con la belleza, la bondad, lo bueno; pretenden dar una explicación a obras que solo tienen como propósito, dar placer. El arte es, o simplemente no es. Según León Tolstoi (1898), explica un acontecimiento importante, donde el arte empieza por primera vez a desfigurarse en la historia (que se puede remontar para la época del Renacimiento):


Desde el momento en que las clases superiores de la sociedad perdieron su fe en el cristianismo de Iglesia, la belleza, es decir, el placer artístico, les dio la forma del bueno y del mal arte. En conformidad con esta noción, se formó una nueva teoría estética entre las clases superiores, a fin de justificarla; una teoría según la cual el arte no tiene otro objeto que producir la belleza. (Pág. 21).


Esto divide el arte en dos. El arte del pueblo (O el arte de los pobres, donde cabe destacar que es un grupo de personas no tienen el dinero para comprar una obra), y el arte de los reyes o ricos (que sin duda son ellos quienes si la comprarían). Pero dados los conceptos del arte anteriormente, como manifestaciones de sentimientos y no de movimiento bancario, ¿por qué ahora si podemos decir que el arte del pueblo era el verdadero y no el de los reyes? Los sentimientos se crean en el espíritu de un ser, y el espíritu a su vez, está constituido por el amor, el arte y la fe. Y estos tres elementos trabajan en conjunto para la producción de un arte verdadero que va en función de la vida del ser. Por tanto, si el individuo pierde la fe, estaría restando uno de los elementos esenciales de determinados propósitos del arte.


Para poder entenderlo mejor, un asunto a tomarse en cuenta, es que todas aquellas personas que se esforzaron por averiguar el sentido de la vida, y expresaron razones de ello (por cierto, lo hicieron apoyando sus conceptos en el arte); son quienes han marcado diferencia, y dieron por esto un ideal distinto a la civilización a la cual pertenecieron. Además de ser el punto de partida a los millares de interrogantes, que hasta nuestros tiempos se han hecho, y se seguirán formulando. Recordemos que somos animales, pero no salvajes ni domesticados; capaces de razonar, y vamos más allá del simple hecho de comer, dormir y reproducirnos. Sentimos, dudamos, pensamos, nos equivocamos, reflexionamos, y llegamos a superarnos a nosotros mismos. El arte ha sido siempre la manera de saberlo, y muy pocos, los que de verdad pueden experimentar el arte, se dan cuenta de ello.


Cuando decimos que algo es bueno quiere decir que está bien (esto se sabe desde la época de los griegos), y eso lo ligamos con lo provechoso, lo útil, y terminamos mezclando conceptos fuera de lugar para definir, arte, belleza y otras. Pero detrás de tantas palabras rebuscadas, es suficiente que sepamos que debe existir equilibrio en la cosas. Más esto se rompe en el instante en que se decide y asegura que el arte solo debe ser gozado por aquellos con un nivel social y económico privilegiado, y no por los que trabajan arduamente “detrás de cámaras”, por decirlo de una manera. Más los que gozan del arte no llegan a comprenderlo en su totalidad; solo se dejan llevar por las palabras de un “Crítico de arte”, quien pudo haberse bautizado así por él mismo o por el hecho de siempre hablar en el momento en el que todo el mundo se pregunta que significa la obra. También se plantea la posibilidad de que todos posean conocimientos del arte pero entonces, ¿como se cumpliría el objetivo de vivir los sentimientos del artista por medio de la obra si ya todos lo han vivido? ¿Como se establecería la conexión emisor-obra-receptor, si todos tuviera una obra que mostrar y ninguno tuviera el trabajo de analizar y experimentar, o simplemente, observar la obra?


Un tema interesante que deriva de todo este planteamiento, se lo cuestiona el mismo Tolstoi (1898):


Si el arte es una actividad que tiene por objeto transmitir de un hombre a otro los sentimientos mejores y más elevados del alma humana, ¿cómo explicar que la humanidad, durante todo el período moderno, haya prescindido de tal actividad y la haya sustituido por una actividad artística inferior, sin otro fin que el placer? (Pág. 24).



El arte siempre debe transmitir nuevos sentimientos, ya sean grandes o pequeños, y no la imitación de lo que ya se sabe o ya se ha vivido. Y como en la actualidad, el arte de la alta sociedad se basa en lo que les causa placer (es suficiente para estas personas adineradas que la obra trate de la ambición por el dinero, del odio y desprecio que puedan sentir a ciertas personas y hasta de la vida propia, y, la sexualidad), no se dan cuenta que mientras que la humanidad crece, se van creando cosas nuevas (avances tecnológicos, descubrimientos científicos), y esto hace pues que también se creen nuevos conceptos en base a la religión, pudiendo estos servir de gran importancia para la creación de nuevas obras de arte. Pero se le da menos importancia a través del tiempo, y le resta valor al concepto original del arte verdadero.


En algún instante todos deben darse cuenta que el arte se reduce cuando el artista pasa de expresar sus sentimientos de una manera en que todos puedan entenderlo, a trabajar para un reducido grupo de personas con dinero con tal de vender la obra. Sin importarle pues que sea apreciada por la humanidad entera. Ese es el momento cuando el arte se vuelve comercial, y éste al perder su objetivo, pues también pierde valor a medida que pase el tiempo. Por esto es que ahora un artista debe esforzarse para hacer ver su obra diferente, y para poder resaltar entre los demás. Porque en la actualidad hay una frase muy escuchada que es “cualquier cosa es arte”. Las personas que no pertenecen a la alta sociedad están cansadas de ver obras sin sentido para ellas; el arte se vuelve aburrido porque en el caso de que la obra logre comunicar un mensaje, pues entonces habla de lo mismo que muchas otras obras solo que, se expresa de una manera distinta. Diría yo entonces en menos palabras que “los artistas cambian la técnica (pintura, escultura, fotografía, teatro, entre otros), pero no el mensaje”.



Pues esto trae como consecuencia el poco aprecio de la personas por el arte. ¿Por qué debemos llamar arte a esas obras que no pueden ser comprendidas por todos quienes las vean? ¿No se supone que el arte es un medio de comunicación espiritual, donde el receptor es capaz de revivir un sentimiento? Pero es que el arte moderno esta conformado por artistas que solo buscan un puesto con los grandes, creando con diversos materiales figuras, dibujos, o pinturas, lo mas incomprensibles posibles para causar polémica e impacto. Y claro esta también, que los artistas que saben apreciar las obras de los grandes de la historia del arte, simplemente no comprenden el éxito de estos artistas falsos, se dan media vuelta y se van, tal vez humillados a que la sociedad ignore los verdaderos artistas y sus obras significativas, o tal vez rendidos al creer que sus obras no serán al menos admiradas por el público ya que no están hechas de materiales raros y sean incomprensibles. Y no es el hecho de decir que el arte deje de ser arte de verdad solo porque una persona en el mundo no lo comprenda. Sino que hay tanta cantidad de obras tan inexplicables para tantas personas mundialmente que surge la gran pregunta; “y… ¿eso es arte?”. Es lamentable, y no solo pasa en las ramas del arte mencionadas anteriormente, sino en la música, y en la poesía también. Y peor aun que aquellos que se consideran artistas por crear estas obras sin sentido para muchos, son aquellos que no consideran artistas a los otros que si aprecian y crean arte que de verdad llegue a un público. Más, siempre hay que ver la otra cara de la moneda; en vez de estar tratando de entender la obra, o de preguntarse que sentía el artista cuando la hizo, ¿por qué mejor no se pregunta que es lo que siente usted a ver o escuchar la obra? A parte de solucionar tantas inquietudes, lograría el propósito del arte, porque recuerde que el objetivo no es entender la obra, sino experimentarla y revivir un sentimiento. Y es precisamente esto lo que hace una obra de arte a una obra de arte; la unidad. Pero no de la obra como tal aunque no exista una replica de la misma, sino que la obra le haga revivir un sentimiento único que solo usted puede sentir, y los demás también pero a su manera única cada uno.

Por otro punto la validez que tiene una obra de arte no se la da ni siquiera el artista. No hay una mejor obra que aquella que sea mas admirada por el público. Las personas no pueden decir que una obra es buena si no llena las expectativas de los receptores. Más insisto que por eso no deja de ser arte.


Sinceramente pienso, que el problema central de que el arte sea tan juzgado, mal valorado, no es más que la sociedad. En los últimos años (hablemos del siglo XX hasta ahora), los artistas no se han enfocado en otra cosa más que en complacer lo que el público de buen puesto económico pide como entretenimiento. ¿Y cuál es la consecuencia de esto? Que simplemente el supuesto sentimiento que forma la base de la obra ni siquiera es del artista. En una obra que se titule, por ejemplo, “la silicona como la solución de la mujeres con depresión y baja autoestima en sus relaciones amorosas”. Entonces tenemos una obra más que vendida. ¿Por qué? ¿Por el solo hecho de hablar de un tema de moda, que tanto a las mujeres como hombres gusta? ¿Por estar en lo moderno? Y no importa de qué manera haya sido realizada. De hecho, puede ni siquiera representarse una figura femenina, un bisturí, la misma silicona (o cualquier otra cosa de lo que se relacione con el titulo), pero con llamarse así es suficiente. Y también pasa de la forma contraria; puede ser un cuadro de óleo sobre tela, donde se es notoria la influencia impresionista y la cubista, en el que se destaque el paisaje del Taj Mahal con el autorretrato del artista nadando en la piscina central de éste, y la obra se llame “Ya vienen los extraterrestres”. Aunque caemos en lo que es el Arte Conceptual (donde lo que importa es lo que el artista quiso que significara). Entonces viene otra vez la pregunta: ¿Y el público donde quedó?


Todo esto, podríamos englobarlo en lo que hoy llamamos Arte Contemporáneo, que a pesar de que los artistas de este movimiento se han preocupado por solucionar los problemas compositivos de las vanguardias y tomado las técnicas de provecho también, entonces tiende a ser más complejo. Para al menos revivir un sentimiento; se requiere de un conocimiento previo de estética, historia del arte, filosofía, entre otras cátedras a fines. Al menos se logra que un grupo de personas les llegue el mensaje, pero seguiríamos mencionando el objetivo del arte de ser universal y que aquí no se estaría cumpliendo tampoco. Hay que estar conscientes de que la mayoría de estas personas que estudiaron estas carreras, deben tener una vida cómoda, ya que los estudios del Arte siempre se han catalogado como “algo costosos”, por el hecho de pagar a un artista que te enseñe y por la cantidad de materiales e instrumentos que se requieren. Y justamente esas son las personas que terminan comprando cuanta obra de arte se produce, se vuelven coleccionistas, y hasta críticos salen de allí.

Y esa no es la peor parte de la “question”, sino que mientras más costosa sea dicha obra, pues es mejor. Es considerado ¡buen arte! Ya que solo las personas con una buena chequera pueden adquirirlo, la obra debe ser de lo mejor, y el artista también. Pues se equivoca quien piense así. Ahora, pregúntese dónde esta la respuesta a este problema. Yo le puedo ayudar haciéndole otra pregunta para que usted, quien lee, se de cuenta de todo.


¿Dónde están los artistas humildes, que buscan a través de su obra impresionar; por la utilización de la técnica, por la expresión del sentimiento, y además capaz de realizar críticas de todas clases para que el público saque sus propias conclusiones acerca de la condición política o social en la que se encuentren, no una ni dos personas, sino el país y hasta el mundo entero? Un artista debe estar conciente de que si hay problemas en cualquier rincón de la tierra, eso nos afectara a todos por igual. Que el dinero es solo una manera para vivir cómodos mientras pueda una persona mantenerse con vida, y que no importa en cuanta cantidad se posea: lo importante es ser felices, individualmente y en conjunto. Y precisamente El Arte es el medio que ha mantenido al hombre unido; no cuando una obra tiene éxito y recorre el mundo haciendo que todos estemos unidos a través de esta (eso seria simple fama), sino que también trascienda a través de los tiempos, desde el inicio de la historia del Hombre, creador de su arte, y destructor del mismo, solo por haber cambiado la humildad por la necesidad.


Continuando con León Tolstoi (1898), existen en su libro dos puntos en los que estoy en desacuerdo, cuando primero menciona:



En el teatro, ¿qué es lo que se hacia? ¿Para quién y por qué se trabajaba? Me daba cuenta de que el director de orquesta no era ya dueño de sus nervios como el obrero encontrado entre bastidores; pero, ¿en provecho de qué se enfadaba? La ópera que hacia ensayar era de las más vulgares; debo añadir que era lo más profundamente absurda que se puede imaginar. (Pág. 4).


Vuelvo al asunto del principio; por el hecho de que no nos guste, no podemos decir que no sea arte. Solo no está hecho para entretener ha cierta parte de la sociedad. Y además quiere decir que el trabajo de un obrero es más valedero que el del director. Tampoco es que el director se esfuerce más que el obrero; es la igualdad a lo que quiero llegar. Por que de repente pueda que el obrero tenga que aplicar gran esfuerzo físico para lograr su acometido, pero ¿en donde quedan los años de estudios del director o de cualquier artista, los libros leídos, las noches de desvelo (en las que se busca la manera de crear una obra significativa para compartir un sentimiento de agrado para la mayor cantidad de gente), las cuales no son pagadas? Para un verdadero artista, son suficientemente placenteros los aplausos de un público enardecido. Muchos artistas murieron sin saber que su obra vale millones de dólares hoy en día; el ejemplo perfecto es Vicent Van Gogh. Murió etiquetado como loco (aunque de loco, todos los artistas tenemos un poco), y criticada siempre fue su obra como basura, mientras que estuvo en vida. Todos los artistas necesitamos tener esa chispa; el mirar con otro ojo la posición de las personas en el mundo, siempre queriendo ir mas allá de lo que un ser humano es capaz, para poder hacer lo que hacemos distinto al resto de las personas que no son artistas. Y es que precisamente el concepto de locura, lo ha cambiado la misma sociedad. Por que locura para ellos es ser o hacer algo distinto a lo que la misma sociedad esta acostumbrada a ver o hacer.


Y un poco mas adelante, como segundo desacuerdo en lo que Tolstoi (1898), explica:

Nada más típico, desde este punto de vista, que el caso de Beethoven. Entre sus numerosas producciones se encuentran, a despecho de una forma siempre artificiosa, obras de arte verdadero. Pero se vuelve sordo, no puede oír nada, y comienza a escribir obras extrañas, enfermizas, cuya significación permanece con frecuencia oscura. Sé que los músicos pueden imaginar los sonidos, y que les es casi posible oír lo que leen en el pentagrama; pero sus sonidos imaginarios jamás podrán reemplazar a los sonidos reales, y un músico debe oír materialmente sus obras para poder darles una forma perfecta. (Pág. 49).



¿Quién dice que hay que tener el sentido del odio desarrollado para poder escribir música? Claro esta que Beethoven quedó sordo, pero la mayor parte de su vida supo aprenderse las notas y sonidos musicales de tal manera que no necesitaba oír como sonaban al momento de escribir en el pentagrama. Peor aun, ¿Quién dice que una obra de arte tiene que ser perfecta? Perfecto es Dios y la naturaleza que fue creada por él, y a pesar de que los seres humanos somos parte de la naturaleza, individualmente como raza, somos imperfectos por cometer errores, pecar, no poseer poderes divinos ni sobrenaturales, entre tantas otras cosas. Entonces el arte, que es creado por el Hombre, no puede ser perfecto. Volviendo a los griegos, quienes pensaban que habían logrado obtener las proporciones perfectas, plasmadas por ejemplo, a través del Doríforo de Policleto, les faltó pensar lo más importante para tener toda la moral de decir que se hallaban ante algo perfecto; era una escultura, era pura piedra. Si hubiesen tenido la potestad de volverlo hombre, yo no estuviera escribiendo esto. Veamos el hecho de cómo Beethoven ha sido el único capaz de hacer lo que hizo, de arriesgarse a todo por el todo, pudiendo haber perdido su reputación como músico si hubiese escrito (después de sordo), melodías sin sentido. El solo hecho de carecer del sentido que es necesario para experimentar lo que transmite la música y que se requiera para componerla, lo hace grande. Agradezcamos más bien, que siguió produciendo música de la época, y no la de estos tiempos. Si vamos al caso, el género de moda “Reggaeton”, es marcado en cualquier parte como música (y la música es arte). Atributo que yo le daría por el simple hecho de estar compuesto por sonidos consecutivos. Pero melodías que pueden ser ejecutadas sin haber realizado ningún esfuerzo de estudio previo, no necesita de ningún instrumento musical como tal, una lírica vacía que gira en torno al sexo, la caiga tan baja en cuanto a la imagen de la mujer (a pesar de que también hayan interpretes mujeres), la constante pelea por la gloria (que no sabemos cual es), y las amenazas de ser copiados por los otros, cuando todos están cantando en el mismo genero y se visten igual.

Para mi, la solución a todas estas deformaciones del arte, seria inculcar los verdaderos conceptos del arte a los niños en sus escuelas y hogares principalmente, y rescatar la cultura venezolana (en este caso, y en el país que se requiera), para formar así buenos y verdaderos artistas, y excelentes ciudadanos que capaces de experimentar lo maravilloso del Arte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario